Vence la ansiedad escénica (si la sufres)

 

“La  ansiedad: una dolencia difícil. El paciente cree tener por dentro algo parecido a una espina,

algo que le pincha las vísceras, y las náuseas lo atormentan”.

Hipócrates.

 

 

Hacer bien la tarea que uno realiza es esencial si queremos progresar y cosechar éxitos, y si sufres ansiedad escénica no podrás conseguirlo. Muchos músicos sufren este problema que se manifiesta directamente en el momento de la interpretación, audición, examen, concierto, etc.

Uno de los momentos más importantes para un músico es el de la interpretación, es el momento para el que se prepara, ensaya y estudia. Esta situación es fundamental durante los estudios, pues aquí estamos hablando de audiciones o conciertos que conllevan una evaluación por parte del profesorado. Pero después de terminar los estudios, esta situación sigue repitiéndose, me refiero tanto a la del momento de la interpretación como a la de la “evaluación” que el músico cree que le hace la audiencia.

            En el momento del concierto estaremos de acuerdo que el músico “a de darlo todo” como se suele decir, este darlo todo se refiere en una primera aproximación a “tocar bien”, a no cometer errores. Si ampliamos el zum a esta aseveración podemos encontrar más matices, al decir tocar bien nos referimos entonces a interpretar de manera correcta, con la obra, a estar conectados con lo que hacemos, a poder emocionarnos y trasmitir esa emoción de lo que hacemos al público si está por la labor.

            Para evaluar esta situación suelo preguntar a los músicos si en el momento del concierto, audición o examen su nivel interpretativo baja respecto a lo que consiguen en el estudio. La mayoría de las contestaciones son “sí”, y la mayoría de estos síes se toman como algo tan asumido como normal.  “Es normal que baje un poco tu nivel” suelo escuchar, a lo que contesto que será normal estadísticamente, en cuanto que a muchos músicos les ocurre pero no es “normal” en cuanto a consentir que esto ocurra y vivirlo como inevitable, no es normal en cuanto lógico y “natural”. Y es evitable porque hay músicos que sí pueden conseguir tocar mejor ante un público o tribunal que cuando están estudiando o ensayando.  Y sobre todo porque muchos otros han podido conseguirlo.

            Disfrutar encima del escenario, trasmitir todo lo que tenemos preparado es una condición necesaria (no suficiente) para lograr el éxito. Existen hoy en día estrategias validadas científicamente para poder solucionar la ansiedad escénica, los psicólogos clínicos nos dedicamos a corregir entre otros, problemas como la ansiedad, en cualquiera de sus manifestaciones (social, generalizada, escénica, obsesiones, etc.). Por lo tanto, si padeces ansiedad escénica, es decir, si tu nivel interpretativo disminuyen en el escenario por respuestas incontrolables como respiración agitada, tensión muscular, sudoración, pensamientos negativos, desconcentración, etc., está en tus manos ponerle solución.

            Es muy difícil querer realizar una carrea como músico y sufrir encima del escenario, es difícil conseguir avanzar en el mundo de la música si no se da todo encima del escenario. Además, la ansiedad tiene una característica y es que no está siempre en el mismo estado, quiero decir, que no se sufre siempre la misma cantidad de malestar. Si no hacemos algo para corregirla podremos ver como va engrosando su presencia y anulándonos cada vez más, como músico en una primera instancia y en áreas personales a continuación.

            Tener pensamientos irracionales como “seguro que meto la pata”, “yo no valgo para esto”, “todos verán lo nervioso que estoy”, “he hecho el ridículo” no son precisamente buenos compañeros para el viaje hacia el éxito.

            Tener una respiración agitada molesta, taquicardia encima del escenario, sudoración excesiva, tensión excesiva o lagunas de memoria no es la mejor condición con la que podemos avanzar en nuestro progreso.

            Hemos se saber que la ansiedad es algo que podemos vencer y superar, debemos tomar medidas para poder dominarla y poder disfrutar en el escenario.