El trabajo que desempeña un músico en una orquesta, banda sinfónica o un centro de enseñanza es una labor de riesgo. La interpretación y la docencia musical implica unas altas exigencias físicas pero sobre todo emocionales, que suelen volverse amenazas si no se poseen herramientas para poder gestionarlas.
Estudios* realizados nos dicen que los problemas de tipo psicosocial, como la ansiedad escénica, el acoso laboral, acoso sexual, discusiones con agresión verbal etc., se han convertido en los últimos años en la principal fuente de problemas de salud laboral, tanto en España como en Europa, y todo apunta a que lo seguirán siendo en el futuro.
Las orquestas, bandas sinfónicas, conservatorios y escuelas de música son organizaciones con una carga de estrés muy alta y en la mayoría de los casos se terminan convirtiendo en colectivos con un clima social tóxico y es cuando aparecen lo que llamamos problemas y patologías de tipo psicosocial.
El clima social de cualquier colectivo es un componente fundamental en el trabajo ya que va a afectar positivamente o negativamente al estado individual de los miembros que conforman una organización. La calidad de este clima social esta relacionada directamente con factores como las bajas laborales, casos de acoso laboral, burnout, depresión, ansiedad, adicciones, agresiones físicas y verbales y demás consecuencias patológicas.
Es por esto que la labor de concienciación, información y formación se hace necesaria tanto para los miembros individualmente como para toda la empresa.
Es posible que la sociedad no vea esta profesión como una profesión con alto riesgo de estrés, pero los estudios* nos demuestran todo lo contrario, el trabajo con la música bien sea desde la interpretación, creación, producción o enseñanza implica un gran desgaste intelectual y emocional, aproximadamente la mitad de músicos se sienten siempre o frecuentemente fatigados.
El entrenamiento mental para la actuación tiene que ver con todo el proceso de preparación de una actuación y parte fundamental son las relaciones personales existentes en este proceso, más aun si se trata de un ensemble bien sea orquesta, banda, grupo de Jazz de cámara, etc.
Mejorar el nivel de un conservatorio, orquesta o banda como conjunto pasa por mejorar las relaciones entre sus departamentos y al final entre las personas que lo forman, definir los objetivos del colectivo, las formas, estilo y valores de la organización, fomentar una comunicación clara y eficiente entre los miembros de la organización, controlar e identificar conductas tóxicas para poder evitarlas.
El desarrollo de la inteligencia emocional aplicada al ámbito laboral de la música, tanto para músicos como para las personas no músicos que trabajan con estos, es crucial para generar capacidades intra-personales e inter-personales para realizar un buen trabajo, además de evitar y resolver conflictos entre las personas que forman el colectivo
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En una orquesta, la relación entre sus integrantes es muy cercana, la competitividad y el trabajo exigente son ingredientes para que surjan desavenencias, roces y problemas entre personas que podemos evitar y tratar.
Aprender a comunicar algo negativo, algo positivo, demandar un cambio de conducta, expresar un desacuerdo, etc., son acciones habituales y simples que pueden volverse complicadas y ser causa de problemas si no se realizan de manera correcta.
Los estudios realizados en orquestas sinfónicas* es frecuente que los músicos crean que van a ser criticados por los compañeros si cometen un error, que existe un trato de favor hacia algunos miembros de la orquesta o que sus sugerencias no llegan a los responsables de la orquesta.
La comunicación entre los integrantes de una orquesta es un “arma de doble filo”, en ocasiones es una herramienta positiva para mejorar nuestro día a día, y otras puede ser una gran fuente de frustración, rencor y padecimiento.
En un estudio realizado con músicos de orquesta sinfónica, el 80% de los integrantes opinaban que un buen ambiente social mejoraría el nivel de la orquesta.
Una orquesta, una banda o un conservatorio está formado por un grupo de personas que tienen muchas cosas en común y que en el ámbito laboral forman un equipo. Conseguir definir que tipo de equipo desean ser, debería ser el primer paso de la dirección de la institución.
*Musical and social communication in expert orchestral performance autores:Melissa C. Dobson and Helena F. Gaunt