Hoy vamos a hablar del tiempo que dedica al estudio de la música interfiere en mis relaciones sociales
La actividad musical es una tarea ciertamente envolvente, en muchos sentidos: requiere de una gran dedicación, continuada y larga en el tiempo, existe la sensación de que nunca se deja terminada la tarea, siempre es mejorable, y exige de muchas horas de soledad en el estudio.
Cuando un músico tiene 20 años se estima que ha podido dedicar entre 10 y 12 mil horas de estudio a la música, la mayoría de este estudio además, como decíamos, en solitario. Este dato es importante y se ha de tener en cuenta sobre todo en cómo puede influir en las relaciones sociales del músico.
Cuando pregunto a los músicos si creen que su actividad musical ha interferido de manera negativa en sus contactos sociales, la mayoría indica que sí, que ha tenido un a influencia negativa, en el sentido de limitar esos contactos y de haberles dedicado poco tiempo.
No es un tema baladí, puede ser causante de posteriores problemas personales. Las relaciones sociales son beneficiosas para las personas, tener un grupo de amigos y amigas, de conocidos, es una necesidad, no solo para prevenir futuros problemas sino para tener una mayor calidad de vida. Los beneficios que encontramos son numerosos: desconectamos del trabajo y de la rutina laboral, así como de la rutina diaria familiar, compartimos temas informales de conversación, participamos con ellos en actividades recreativas, pueden ser un apoyo en algún momento de dificultades por los que atravesamos, etc.
Como digo, los contactos sociales son muy positivos, la mayoría de personas los tenemos en la infancia y juventud de manera espontánea, pero a través del tiempo pueden reducirse o anularse, podemos pasar por momentos en la vida que nos aparten de ellos, como la paternidad y maternidad, cambiar de residencia a otra ciudad o país… o dedicar mucho tiempo al estudio (musical).
La sensación de que estamos perdiendo el tiempo un día que dedicamos a los amigos en vez de estar estudiando es una impresión tan frecuente en los músicos como perjudicial. Veo muchos músicos que no descansan un día a la semana (“no tengo tiempo”, “ensayos, conciertos, academia, preparación de pruebas, de nuevo programa…”.), por motivos que justifican y creen. Hay casos donde es cierto que los horarios laborales son excesivos y parece que es difícil encontrar un día semanal para desconectar, pero precisamente en esos casos, existen más motivos para preparar actividades con otras personas. Con otras personas preferiblemente que no sean compañeros de trabajo. Tener amistad con compañeros de trabajo puede ser positivo, pero es fundamental tener contactos sociales con los que no compartamos el trabajo, pues entre otros motivos, será muy difícil que no surjan temas de conversación relacionados con el trabajo que no nos permitirá esa desconexión necesaria.
Es muy saludable que los músicos (conociendo lo absorbente de su actividad) posean contactos sociales con personas que no sean músicos y que controlen el tiempo que dedican al estudio de la música.