No hagas mucho caso de la nota de tu último examen o audición
En estas fechas se acumulan los exámenes, pruebas y audiciones que dan término a cursos, másters, seminarios, etc. Son situaciones que muchos alumnos viven de una manera especial por diversos motivos, señala el final de un curso, o una etapa, es como el colofón de un esfuerzo realizado, además suelen acudir los familiares y se torna un evento social, una especie de puesta de largo para algunos de ellos.
En estas situaciones es frecuente que la ansiedad escénica haga su aparición de forma enérgica; las expectativas creadas, la expectación del acto o la importancia que desde el centro se da a esa audición son factores que fomentan el malestar los días previos. Entonces, en el escenario aparece la tensión muscular, la taquicardia, la sequedad de boca, el temblor, la hiperventilación y pulveriza todo lo que uno imaginaba, destrozando todas las ilusiones del estudiante.
Puede parecer un ejemplo exagerado, es cierto que no todos los estudiantes pasan por esta experiencia, pero sí una gran cantidad de ellos, una cantidad lo bastante importante como para tomar medidas… que no se toman.
Veo por estas fechas muchos alumnos con un sufrimiento absurdo porque el recital o último examen no salió como ellos esperaba, no salió como ellos saben hacerlo pues la ansiedad hizo que bajaran mucho el rendimiento. Les pregunto a alguno de ellos si la nota (¡el numero! Normalmente del 1 al 10) tiene mucha importancia en el cómputo del trabajo anual, mi asombro es considerable cuando oigo cosas como que esa nota representa el 50% de la nota final, incluso escuché el otro día que representaba el 70%. Inexplicable, escandaloso, cruel e injusto son las primeras palabras que me vienen en esos momentos.
Por una parte por el criterio de valorar en demasía esa audición o examen en detrimento del trabajo durante todo el curso, pues hay ocasiones en las que lo que ocurre en el recital o examen final no es un fiel reflejo del trabajo y esfuerzo del alumno. Pero por otra parte, sobre todo por ver la inacción de los profesores ante este sufrimiento de los alumnos.
Estos mismos profesores que dicen y hacen estos disparates son los que no toman medidas para que los alumnos no sufran en ese momento. Creen erróneamente aquello de “si lo haces bien en el examen o en la audición final es por lo que hemos trabajado” y ven en ello el buen hacer de la docencia, pero si el alumno se pone nervioso y arruina la interpretación eso ya es competencia del alumno, algo que debería superar, normalmente con varios consejos del profesor.
De todas formas, ocurra lo que ocurra en ese examen o audición, no des mucha importancia a la nota, exceptuando si es una situación en la que puedas con ella conseguir entrar en el conservatorio superior que deseas, o en el máster que quieres, o disponer de una beca. Si no es así, si no lleva asociada la nota un objetivo a conseguir, el número que obtengas aprende a relativizarlo, no sirve para mucho. No es importante para ti ni para tu carrera musical. Se que cuesta mucho relativizarlo, pero es un buen ejercicio para un músico y en estas fechas un buen momento para practicarlo.