La Interferencia Contextual en el Estudio del Músico

¿Cómo afecta la manera de estudiar a nuestro aprendizaje motor? ¿Cómo nos preparamos los músicos? ¿Los podríamos hacer mejor?

En los últimos años, desde la investigación se viene observando como nuestros hábitos de estudio determinan el aprendizaje de habilidades motoras. Entre ellos, destacan los resultados obtenidos en base a la Interferencia Contextual.

La Preparación en Bloques y La Interferencia Contextual 

En el campo de la psicología deportiva, la repetición continua de la que hablamos se llama práctica en bloques. En un horario de práctica en bloques, se completan todas las repeticiones de una actividad  antes de proseguir con una segunda actividad.

Entre los músicos esta es precisamente la forma extendida de prepararnos y estudiar: practicamos un ejercicio de arpeggios primero en una tonalidad (solemos comenzar en Do mayor) luego en otra tonalidad por lo general Reb M , luego en otra Re M y así vamos pasando por todas las tonalidades con el mismo ejercicio de arpeggios. Después, un ejercicio de escalas y de nuevo vamos repitiendo pasando por diferentes tonalidades, esta sería lo que se denomina práctica por bloques.

¿En qué se basa la Interferencia Contextual?

En un estudio realizado por Hall, Domingues y Cavazos, se le asignó a jugadores de béisbol de élite sesiones de práctica en bloque o aleatorias. Después de doce sesiones de práctica, los beisbolistas que utilizaron las sesiones de práctica aleatorias batearon 57%  más lanzamientos que cuando empezaron. Los que utilizaron las sesiones de práctica en bloque solo batearon  25% más, lo que significa que las sesiones de práctica aleatoria fueron el doble de efectivas a pesar de que los dos grupos batearon el mismo número de lanzamientos.

En una sesión de práctica aleatoria o de interferencia contextual, el músico realiza tareas de forma aleatoria. Esta forma de practicar resulta mas efectiva porque, cuando regresamos a una tarea después de otra tarea, nuestro cerebro debe reconstruir el plan de acción para lo que estamos a punto de hacer. Es en este momento de reconstrucción cuando nuestro cerebro es más activo. Más actividad mental conlleva a un mayor aprendizaje a largo plazo.

En nuestro ejemplo anterior, aplicar la interferencia contextual o práctica aleatoria vendría a ser “no dejar que nuestro cerebro lleve a vislumbrar un patrón y pueda intuir lo que viene. Así que a un ejercicio de arpeggios en Do mayor le seguiría uno totalmente antagónico por ejemplo una escala de Fa sostenido mayor y siempre así interfiriendo en un posible patrón identificable o intuible.

¿Cómo podemos aplicar los resultados a nuestra práctica diaria?

En lugar de gastar períodos ininterrumpidos puliendo cada fragmento o sección de una pieza, escoja algunos pasajes en lo que le gustaría trabajar y altérnelos. Si quiere gastar un total de 30 minutos en un fragmento en particular, practique en fragmentos más cortos, volviendo continuamente a dicho fragmento  hasta que haya alcanzado su meta de 30 minutos. Experimente con la duración.  Si está practicando fragmentos que son muy cortos, podrá alternar a un paso más rápido del que se necesita para sesiones más largas. Puede usar un reloj de alarma para cronometrar intervalos específicos o cambiar después de cada repetición. Una sesión de práctica aleatoria puede  lucir así a un nivel básico:

Duración                                   Material a practicar

3 minutos                                    Fragmento A

3 minutos                                    Fragmento B

3 minutos                                    Fragmento C

3 minutos                                    Fragmento A

3 minutos                                    Fragmento B

3 minutos                                    Fragmento C
Etc.

Practicar pasajes con diferentes variaciones rítmicas es una gran manera de incluir interferencia contextual a pequeña escala. Pero en lugar de hacer todas las variaciones rítmicas en un solo fragmento antes de pasar al siguiente, haga una variación en el fragmento A, una en el fragmento B y vuelva al fragmento A para una segunda variación, etc. La técnica también se puede intercalar en una sesión de práctica aleatoria, en vez de hacerla toda en un bloque largo.  Un ejemplo de una sesión de práctica aleatoria más complicada puede  parecerse a lo siguiente:

Duración                                  Material a practicar

2 minutos                                   Sonidos largo, escala, sonido largo, escala…

3 minutos                                   Fragmento A (usando la primera variación rítmica)

2 minutos                                   Tercera progresión, arpegio, tercera progresión, arpegio…

3 minutos                                   Fragmento B (usando la primera variación rítmica)

2 minutos                                   Sonidos largo, escala, sonido largo, escala…

3 minutos                                   Fragmento A (usando la segunda variación rítmica)

2 minutos                                   Tercera progresión, arpegio, tercera progresión, arpegio…

3 minutos                                   Fragmento B (usando la segunda variación rítmica)
Etc.

Las modificaciones  son infinitas y la división exacta del tiempo no es importante.  Lo que es importante es mantener el cerebro activo variando el material. Más actividad significa que estará menos aburrido y más concentrado en el objetivo (tiene que estarlo si solamente tiene 3 minutos para lograr algo) y será sustancialmente más productivo. Más importante aún, cuando vuelva al salón de práctica al siguiente día, puede retomar desde donde se detuvo el día anterior. Este tipo de práctica produce resultados permanentes.

Referencias

El artículo original publicado por la Dr. Christine Carter del último fragmento, se puede encontrar en:

Why the Progress You Make in the Practice Room Seems to Disappear Overnight – PART 1