Si el estudio que realizo a diario ha salido
mal me afecta el resto del día
Esta frase la escucho de todos los músicos que conozco: “si el estudio dirario sale bien, me encuentro mejor ese día, pero si el estudio ha salido mal, me afecta negativamente”. Esta circunstancia es tan frecuente como atroz, tan generalizada que parece algo normal y corriente, pero no por su repetición es una conducta adecuada.
El músico tiene por costumbre analizar en exceso cada concierto, audición, ensayo… y también el estudio diario y esto es un error. Es usual darle más importancia de la que tienen las interpretaciones que se realizan, sobre todo si se han cometido algunos errores o no se ha realizado la interpretación como uno tenía pensado. Cada concierto, cada nota que sale del instrumento se torna una prueba para ver cómo estamos, una evaluación continua que no cesa y que lleva al músico a un extremo de estrés e insatisfacción en el mejor de los casos que hay que evitar.
El músico sabe que existen vaivenes en su trayectoria, que pueden ser más o menos extendidas en el tiempo, pasamos por malas épocas donde parece que estamos estancados y no avanzamos en nuestro progreso como músico y sin embargo, otras épocas prosperamos de manera sorprendente. También existen días en que no sale nada, parece que hayamos perdido todo lo acumulado, el sonido no nos convence en absoluto, el instrumento es un extraño desconocio que se alía con la desagana y el disgusto, y los pensamientos negativos acuden raudos para machacarnos en nuestra soledad.
El músico conoce estas fluctuaciones, incluso sabe que son lógicas, pero así y todo no puede evitar la evaluación e inmediata repercusión de un estudio. Algunos pensamientos que surgen después sulen ser “esta sesión de estudio ha ido bien”, “he aprovechado bien el tiempo”, “he perdido el tiempo esta tarde”, “es horrible, estoy igual que hace una semana”, etc.
¿Cómo podemos evitar esta situación? Pues de diversas maneras, una de ellas es no verbalizar nustro posible descontento a la pareja, familia o colegas. También acostumbrar a las personas más cercanas a que no nos pregunten sobre cómo ha ido la clase, el estudio o el ensayo, básicamente porque estas preguntas no van dirigidas a conocer cómo lo hemos pasado (si bien o mal, si hemos disfrutado o no) sino a conocer cómo lo hemos hecho, de un modo evalutativo que no es nada sano. También podemos tener cierto control sobre algunos de los pensamientos que surjan evaluativos y descartarlos, pensar en otras cosas que no sea lo que hemos realizado.
Claro que es positivo y necesario tener feedback sobre lo que practicamos, es la unica manera de aprender y poder avanzar, pero otra cosa distinta es tener esta información sobre nuestros estudios y ensayos de manera evaluativa taxativa y catastrófica. Si sabemos que nuestra progresión es un largo camino no convien por lo tanto estar tan pendiente de los pequeños pasos (positivos y negativos) que demos si no de ver nuestro avance con mayor perspectiva.
Estudia, trabaja duro, observa tus progresos y retrocesos pero no evalues de forma contundente cada sesión de estudio que realices. Ánimo.
estudio músico – estudio músico – estudio músico