CUIDADO MÚSICO, TU LENGUAJE TE CONDICIONA

 

En mi trabajo de coaching individual, acompaño a músicos en la preparación mental de audiciones, exámenes y conciertos. Durante las sesiones presto mucha atención al leguaje del cliente. En más ocasiones de las que me gustaría escucho frases como esta:

“No hago ninguna audición bien”

Este tipo de expresiones y algunas parecidas son expresiones que distorsionan las realizadas. Cuando comenzamos a analizar juntos lo que se está diciendo queda en evidencia que la expresión no es cierta y, lo más peligroso, que afecta negativamente a la actitud necesaria para afrontar el reto.

Noam Chomsky, fue un lingüista, filósofo, está considerado como una de las personas que más aportó al campo de la gramática y al lenguaje. Noam Chomsky creo la teoría de la  gramática generativa.

A partir del estudio de las estrategias empleadas por los terapeutas Fritz Pearls y Virginia Satir y de la aportación teoría de Chomsky, Richard Bandler y John Grinder  (creadores de la Programación neurolinguistica) demostraron, con una base científica, que cuando hablamos, tanto con los demás y a la vez con nosotros mismos, no transmitimos lo que experimentamos. Según descubrieron, en la comunicación humana se realiza una modificación de los hechos por un proceso al que denominaron “proceso de derivación”.

músicoEl proceso de derivación es un mecanismo inconsciente que realizamos los seres humanos en la comunicación y que afecta a la descripción de la experiencia. El fin de este proceso es aportar nuestra opinión o interpretación de la experiencia. Como es obvio, esta interpretación de la experiencia se ve afectada por la emoción vivida. Este proceso hace que la descripción de unos hechos se transforme en mensaje con intención  y, para ello, se pasa por distintos filtros de manera inconsciente.

 

Así llegamos a casos como el siguiente:

Un violinista con el trabajé, termino una audición para un orquesta B en Alemania y el resultado fue que no había pasado la primera prueba. Cuando le comunicaron la noticia se sentía muy mal, hundido y fracasado. Hablando en una conversación que me gusta mantener post-audición me pronuncio varias veces la frase “no hago ninguna audición bien”. En ese momento la emoción de frustración (rabia + tristeza) era tan potente que decidimos no hablar de la audición y que lo mejor que podía hacer ahora, era ir a realizar alguna actividad que le gustara y posponer la conversación un par de días.

Cuando hablamos de nuevo su ánimo no había mejorado, más bien se había acentuado la sensación de frustración. Yo observé que repitió en varias ocasiones la frase “maldita audición”

El trabajo a realizar era analizar objetivamente la situación con él, porque esa frase que decía y se decía de manera constante estaba distorsionando la realidad, estaba provocando un estado emocional negativo o limitante y, sobre todo, inútil.

Al analizar la experiencia real que había ocurrido, los dos juntos pudimos ver que en el último año había participado en 6 audiciones y los resultados eran:

  • En la primera (una orquesta A) no había pasado la primera fase.
  • En la segunda (una orquesta B) pasó de la primera fase.
  • En la tercera (una orquesta A) también pasó la primera fase.
  • En la cuarta (una orquesta B) ganó y consiguió un contrato temporal
  • En la quinta (una orquesta A) no pasó la primera fase.
  • En la sexta (una orquesta B) como hemos dicho, no pasó la primera fase.músico

De las 5 audiciones, había pasado dos y había ganado una, los resultados eran objetivamente buenos. Seguramente lo que había ocurrido era que sus expectativas después de ganar el contrato temporal  se elevaron y, al no cumplirse la quinta audición, sintió que no iba bien, y al no pasar de fase en la sexta audición (con el añadido que era  una orquesta B) sintió que había fracasado. Comenzó a verbalizar y a pensar “no hago ninguna audición bien” lo que era a todas luces  incierto como hemos visto. Esta creencia repetida le fue provocando un estado anímico de frustración y desánimo que le dejó paralizado unos días.

Como vemos, es vital vigilar lo que hablamos y lo que pensamos, ya que tiende a estar distorsionado por nuestro estado emocional y puede llegar a crear una realidad incierta en nuestra mente. Esto nos provocará un estado anímico limitante e inútil.

Insisto amigos, cuidado músico, nuestro lenguaje condiciona nuestra visión de la realidad.
F.Fermin Galduf (Coach y director del Instituto Gabou)