«ai , ai , ai , me duele…!»

Más de uno habrá experimentado una tendiditis, y ya sabe lo molestas que pueden llegar a ser, pues son difíciles de curar y además os dejan sin poder estudiar durante bastante tiempo, pues solo se pueden curar con reposo. La tendiditis no es más que otra de las lesiones a las que se encuentra expuesto el músico.

Los datos nos muestran que entre un 70-80% de músicos han sufrido o sufrirán lesiones a lo largo de su carrera.

La mayoría de lesiones son de carácter músculoesquelético, debido a los elevados niveles de exigencia, la cantidad de horas de estudio necesarias y, claro está, la autoexigencia que nos imponemos a nosotros mismos.

Hoy os traémos un artículo sobre que podemos hacer en la prevención de nuestras lesiones.

El Calentamiento

cómo sabemos un buen calentamiento prepara a nuestro cuerpo a una temperatura adecuada para la actividad musical, pero no lo solo eso. Además, despeja nuestra mente y mejora la concentración, disminuye el cansacio y mejora nuestro rendimiento.

«¿Pero… como debería de realizar el calentamiento?»

Paso 1:

Realiza unos ejercicios de movilidad en las articulaciones que van a estar más activas durante la práctica. Si vas a tocar algún instrumento de viento, no olvides que nuestros labios y boca también necesitan calentar! Realiza ejercicios de movilidad suaves.

Paso 2: 

Ahora, realiza los estiramientos propiamente dichos en los músculos que más vayas a utilizar.

Paso 3:

Para terminar, calienta un poco con el instrumento en sí: toca algunas escalas lentamente, arpeggios… algo «para toda la familia», que no requiere demasiado esfuerzo físico.

Pero… ¿Estiramientos? ¿Estiramientos Epicondíleos…?

Cuando realizamos un movimiento muscular repetidas veces, este se contra, pierde elasticidad y se vuelve mas corto. Los estiramientos mejoran las flexibilidad de los músculos, su circulación e incrementan la resistencia.

Para estirar tus brazos, realiza este ejercicio que se muestra en la imagen manteniendo la posición durante unos 20-30 segundos para que sea efectivo:

 

Mantenerse en Forma!

Hasta hace bien poco (incluso ahora) la condición física no se valoraba como importante para el músico. sin embargo, la realidad es que mejorar nuestra condición física nos ayuda a obtener un mayor rendimiento de manera más saludable, evitando lesiones y altibajos.

El trabajo aeróbico es aquel que implica la utilización de grandes masas musculares durante un mínimo de 30 minutos, dos o tres veces por semana. Se puede conseguir corriendo, andando a buen ritmo, nadando, bailando, montando en bicicleta, remando o patinando, entre otras actividades.

– Busca un tipo de actividad física que te guste y se realice con otros grupo musculares a los implicados en tu práctica –

Nuestra Postura

¿Tienes un espejo en casa?

Realiza una evaluación de tu postura al tocar siguiendo estás simples pautas

• Mirada horizontal junto con los hombros.
• Los dos hombros deben de estar a la misma altura.
• La cabeza debe de estar alineada con el tronco.
• Los pies a la misma altura y uno de ellos más adelantado que el otro.

¿Cómo podemos reeducar nuestra postura?

Os dejamos dos metodologías que podrían resultar muy útiles, siempre con el acompañamiento de un profesional:

• FELDENKRAIS: Utiliza el movimiento para acceder al sistema nervioso y encontrar los patrones más eficientes de acción, así como recuperar movilidad del cuerpo, refinar habilidades motrices y adquirir mayor vitalidad.

• ALEXANDER: Ayuda a redirigir toda esta tensión innecesaria que restringe el movimiento propiciando una interpretación más fluida, más viva, menos tensa y rígida, mejorando así la calidad de la música interpretada.

Y por último, La Respiración

Este es un ejercicio que  te permitirá tomar conciencia sobre si tu tórax se expande simétricamente o hay predominio de uno de los dos lados:

• Colócate tumbado boca arriba en una posición en la que te encuentres cómodo y pon ambas manos sobre las costillas, una en el lado derecho y otra en el izquierdo.
• coge aire y nota si ambos lados se expanden a la vez, si la expansión comienza en el mismo momento en los dos lados y si finaliza también en el mismo momento.
• Quizás notes asimetrías en el movimiento tanto de coger aire como en el de expulsarlo. Una vez que has comprobado cómo se mueve tu tórax, intenta que en la próxima inspiración, ese movimiento se vuelva lo más simétrico posible