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Cuida tu lenguaje, profesor

Cuida tu lenguaje, profesor

Cuida tu lenguaje, profesor

 

discurso negativo

En los cursos que impartimos desde coaching para músicos para la formación del profesorado de música, dedicamos una parte importante a reflexionar sobre la relación profesor – alumno, todos los vínculos tan profundos que se crean, los claroscuros que aparecen en esta relación tan única como fascinante. Es una relación que pronto traspasa la frontera de lo puramente académico y docente y se ubica en el territorio personal.

De entre los temas que surgen como la motivación en los alumnos, cómo maximizar el aprendizaje, cómo reforzar y animar a los estudios, la relación con los padres, etc., exponemos el modo en que nos dirigimos a los alumnos. Iniciamos el tema con una pregunta abierta: “¿En toda vuestra etapa de formación musical, en qué porcentaje vuestros profesores y profesoras os decían frases positivas del tipo: bien, me encanta, fenomenal, fabuloso, genial… y que porcentaje en negativo del tipo: no desafines, fatal, mal, repite porque está mal, muy rápido, no…?”. amo_a_mi_profesor_de_musica_chapa_redonda_de_2_5_cm-rb893ff544de34692a73699501d992c78_x7j12_8byvr_324

 

Las respuestas, entre risas y exclamaciones suelen ser: “90% en negativo y 10% en positivo”, “80% en negativo y 20 en positivo”, también algunos declaran que “era el 100% negativo, bueno, alguna vez se equivocaban y te decían algo positivo”. También es frecuente que alguno de ellos (en una frecuencia de 1 cada 20 ó 30) exprese “… yo tuve mucha suerte, a mí si que me señalaban muchas indicaciones en positivo”. A partir de estas declaraciones iniciamos un interesante debate sobre la manera en cómo dirigirse a los alumnos, cómo corregirles, cómo indicarles que algo que realizan esta mal.

Antes de entrar en los ejemplos de cómo hablar, es interesante y muy útil detenerse en la reflexión que hemos realizado y pensar si estamos repitiendo el mismo error que cometían nuestros profesores con nosotros, y trasmitimos esa negatividad a nuestros alumnos. Pensemos en primera persona ahora: ¿Cuántas frases les dirigimos en positivo y cuantas en negativo? ¿Cuántas frases son de aprobación y elogio y cuantas de desaprobación y reproches? Es esta una buena reflexión que puede favorecer nuestra inacabable y necesaria superación.

Lógicamente, el profesor debe mostrar a sus alumnos cuales son las formas correctas y adecuadas de avanzar en su aprendizaje, debe corregir algunas conductas, pero también debe premiar y reforzar las que realiza adecuadamente.

Que de todo lo que te dice tu profesor, el 80% sean frases negativas sobre tus acciones para mejorar no es una buena base pedagógica, es más bien desmotivadora. Es muy difícil que un alumno en clase no realice una sola acción para poder reforzarla, lo que es más fácil es que el profesor no las detecte, máxime si posee ideas como “eso se entiende que ya ha de hacerlo bien”, “no voy a reforzar algo que tenía que haber aprendido hace meses”, y otras de parecido estilo.

20090129014127-palabraPor supuesto que debemos corregirles, pero mejor en un lenguaje positivo que negativo: es mejor indicaciones como “afina un poco mejor esas notas finales” que “esas últimas notas están desafinadas”, mejor “haz ese picado más suave” que “no hagas ese picado tan fuerte”. Y por supuesto también tenemos que expresarles todos los detalles que veamos positivos, pensemos en el porcentaje de mensajes que les mandamos de un signo u otro. Si nos comunicamos de esta forma, los alumnos ganarán en autoestima, estarán más motivados, aceptarán mejor nuestras sugerencias… y mejorarán más rápidamente aquellas conductas que deseamos que modifiquen.

Afinemos nuestro vocabulario y sonaremos mejor.

 

 

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