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La frustración y el músico, algo que trabajar.

La frustración y el músico, algo que trabajar.

 

Fco Fermin Galduf

La psicólogos cognitivo-conductistas nos dicen que los músicos en general tenemos un perfil con  baja tolerancia a la frustración. Esas miles de horas estudiando en casa solo repitiendo y repitiendo han ido esculpiendo, en general un perfil perfeccionista y extremadamente autoexigente. Esto sumado al contexto académico y laboral individualista y competitivo en el que desempeñamos nuestras actividades puede ser un coctel perfecto para tener una baja tolerancia a la frustración.

La baja tolerancia a la frustración nos produce gran mal estar y afecta a nuestra calidad de vida y a nuestro rendimiento tanto en las sesiones de estudio como en las audiciones.

En general tenemos tendencia a querer controlar el resultado de nuestras actuaciones y confundimos la audición o el concierto en sí con una acción medible y cuantificable, como una carrera de 100 metros. Olvidamos que el hacer música es un hecho artístico, una experiencia emocional personal.

Esta incertidumbre por el resultado, provoca un alto nivel de estrés que hace que el músico distorsione la percepción de la realidad catastrofizando cualquier detalle ocurrido.

Tendemos a pensar que todo lo que no sea perfecto sin “fallos” es un fracaso y que además nosotros somos los responsables de este fracaso.

La frustración es una respuesta emocional que surge cuando no obtenemos los resultados esperados, se manifiesta como una mezcla de  ira y tristeza, así pues podemos decir que la frustración sería una emoción compuesta, Por aclarar el concepto de emoción compuesta es importante explicar que es difícil catalogar las emociones muchos han intentado hacerlo, sin embargo, aún no se ha llegado a una unificación. Goleman dice “La verdad es que en este terreno no hay respuestas claras y el debate científico sobre la clasificación de las emociones aún se halla sobre el tapete”.

Lo más habitual es distinguir entre emociones básicas y emociones compuestas o emociones primarias y secundarias. Las emociones básicas, se suelen  reconocer por la expresión facial.

Fue Paul Ekman (1992) de la Universidad de California, quien después de un exhaustivo trabajo de investigación afirmó que las expresiones faciales de ciertas emociones son comunes y2 reconocidas por personas de diferentes culturas del planeta. Fue así como argumentó  la existencia de al menos algunas emociones que no son aprendidas sino  que yfrustración músicoa vienen en el ADN del ser humano actual.

Volviendo a la frustración y al músico me gustaría comentar una situación bastante habitual “un alumno que siente que tiene una buena relación con su profesor tiene un día una clase en la que no está muy afortunado, comete más errores de lo habitual el profesor explica al alumno la causa de los errores que ha tenido y como evitarlos. El alumno siente que no ha estado a la altura, comienza a pensar que su profesor está decepcionado con él. A partir de ahí incluso comienza percibir en la conducta de su profesor cierta molestia con él y su sentimiento de culpa y tristeza aumenta. Seguramente el profesor no ha mostrado ningun tipo de decepción hacia en alumno ( si lo hiciera entonces ese no sería un buen profesor y además dicho profesor debería buscar ayuda personal).

Esta es una situación más habitual de lo que podemos pensar y si la analizamos podemos ver como aparecen los puntos antes mencionados. Pensamientos catastrofizantes y distorsión negativa de la percepción de la realidad. El hecho de cargar con la culpa de todo lo que pase en la audición incluso de la reacción de los demás con respecto a ésta, todo es to es demasiado habitual en el músico.

Para alguien que  tiene como objetivo la perfección estos efectos producidos por la frustración es algo que va a tener que vivir en muchas ocasiones.

Aprender a gestionar la frustración es una de las grandes lecciones para el músico, la frustración es parte del ser humano, es necesaria como cualquier emoción se trata en primer lugar de autoreconocerla,  saber aceptarla, racionalizarla y canalizarla.

Pero de todo esto hablaremos en un nuevo artículo sobre  La Frustración y el músico.

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